De la mano de los que saben


• Aspectos genéticos, de cruzamiento, índices de producción y morfología y la resistencia a enfermedades, son algunos de los temas que se abordaron en el programa científico que la Asociación Criadores de Holando Argentino (ACHA) preparó para la 14ª Conferencia Mundial Holstein que se realizó en La Rural, predio ferial de Buenos Aires. Allí se conocieron las últimas novedades tecnológicas y de manejo para entender hacia dónde va la raza y la lechería
en el mundo. Todos los temas de interés, a cargo de especialistas de renombre de todo el mundo.

• "Imaginemos el Futuro" fue el slogan elegido para esta Conferencia, tratando, en opinión de los organizadores, de clarificar el escenario debido a los nuevos desafíos que el sector encuentra, "para hacer frente a los profundos cambios sociales, tecnológicos y científicos que obligan a analizar y medir muy eficientemente cómo llevar a cabo el trabajo".


Sesión I
La genómica en el tapete
La genómica, disciplina de la genética que estudia el ADN y que permite acortar los tiempos necesarios para realizar las evaluaciones y aumentar la velocidad de progreso genético, fue uno de los temas fuertes de la 14º Conferencia Mundial de Holstein, dadas las derivaciones que comenzaron a verse, amén de los cambios que generó en la ganadería.
La cuestión fue abordada por todos disertantes internacionales en el panel “La genómica ¿nos resuelve los problemas?” durante la primera jornada del encuentro internacional que se realizó el jueves 31 de marzo y continuó este viernes 1 de abril en el Salón Rojo de La Rural, predio ferial de Buenos Aires.
Esta técnica marca la diferencia alcanzada entre los promedios genéticos de una generación respecto de los padres en sólo 6 meses, mientras que antes –en ganadería- había que esperar 3 ó 4 años hasta la adultez del hijo. 
El canadiense Andrew Huntdescribió que la genómica tuvo consecuencias hacia adentro de la cadena ganadera. Antes, los cabañeros tenían la base de su negocio en la venta a los centros de inseminación. Con la genómica, los centros pasaron a hacer y mejorar toros propios.
“La genómica llegó para quedarse”, advirtió Hunt. Para los cabañeros el negocio estará en un resquicio: actualmente los toros con los índices de TPI* (que resume rasgos de salud, de producción y durabilidad) superiores a 2.500 se cotizan en 50.000 dólares; pero los de menos de 2.500 TPI valen alrededor de 1.000 dólares. “Ahora los cabañeros compran toros de 2.400 ó 2.500 TPI y usan semen natural en lugar de artificial: no tienen que recorrer celo ni usar hormonas para sincronizar. Y un toro con 2.400 de TPI tiene solo 10% de diferencia, que no es tanto”.
El también canadiense Brian Van Doormaal encaró el problema de la consanguinidad (inbreeding) dado que en el mundo Holando hay muy pocas familias (5 ó 6, dijo) que dan toros con índices muy altos “y todo el mundo usa eso”, lo cual trae el problema de menor resistencia a enfermedades y menor fertilidad. Van Doormaal afirmó que el análisis genómico ayuda a detectar la consanguinidad y a buscar líneas de otras familias.
El estadounidense Tom Lawlor analizó el tema del cruzamiento con otras razas para lograr heterosis o vigor híbrido (término utilizado en genética para la crianza y mejoramiento selectivo y que se basa en la posibilidad de obtener mejores individuos por la combinación de virtudes de sus padres), cuestión que se inclinó por descartar, dado que “es un camino corto, que acaba en la primera descendencia” y “produce dispersión”. Su propuesta fue “buscar dentro de la raza las características necesarias para fortalecer los índices” que estén más bajos “porque hay otras familias que los pueden dar”.
*La fórmula de TPI fue creada por directivos y staff de la Holstein Association de EEUU con el objetivo de ser empleada para posicionar al ganado Holstein y ayudar a los productores lecheros a identificar el ganado superior que posee una combinación de alta producción, buena conformación y fertilidad y salud deseables. El desarrollo de todo índice nacional supone un desafío. El objetivo de estos índices es proveer una manera fácil que le permita al productor promedio de un país rankear (Ranking = Rango o Clasificación) a los toros y vacas disponibles para su selección. El TPI es generalmente considerado el estándar de la industria, y utilizado en múltiples países por muchos productores.


Sesión II
Hacia una vaca más útil
Enfocados en encontrar una vaca lechera de mayor vida productiva, en la 14º Conferencia Mundial Holstein, destacados investigadores internacionales plantearon nuevas pautas para la selección y el registro de los problemas de salud más comunes en los tambos, para transformar estas características fenotípicas y recurrencia de enfermedades y llegar a individuos resistentes.
El panel llevó como título ¿Cuál es la vaca útil? y estuvo coordinado por el veterinario Pablo Bergonzelli, presidente de la Comisión Nacional de Control Lechero de la Asociación de Criadores de Holando Argentino (ACHA).
El canadiense Gordon Atkins de la Universidad de Calgary en Canadá, habló de los cambios en la conformación funcional de la vaca lechera, mostrando una disección de la ubre para mostrar la importancia de los ligamentos. Asimismo, Atkins hizo foco en los problemas de patas. En un video mostró cómo caminaban las vacas y en qué parte ponían mayor fuerza al andar: la almohadilla plantal, el elemento anatómico fundamental para que no haya contusiones, tras lo cual dió pautas acerca de cómo medirla.
La italiana Raffaella Finocchiaro presentó una nueva teoría sobre la salud de la ubre, basada en revisar las conclusiones dentro de un conteo de las células somáticas (CCS) para la detección de mastitis. “La vaca que tuvo un pico de CCS en un momento dado –advirtió- seguramente atravesó un caso clínico y por lo tanto no debería ser segregada del rodeo; mientras que en un mismo plantel pueden convivir animales con un promedio de CCS altas porque tienen mastitis crónica. 
El holandés Gerber de Jong destacó en su charla (“Combinación de Salud: reproducción y patas”) el valor de llevar un registro de los diferentes episodios que sufren los animales y de la importancia de las mediciones genómicas para tener mayores datos de las vacas, ya que “la selección genética por productividad genera algunos problemas adicionales”.
El argentino Luis Calvinho, del INTA, abordó la cuestión de las enfermedades de la vaca en transición: período que ocurre en el día 21 antes del parto y el día 21 del posparto, que es cuando puede producirse retención de placenta, involución uterina y mastitis, efectos atribuidos al estrés que le provoca una disminución de las defensas, situación que puede prevenirse con el uso de productos específicos.
Finalmente, el estadounidense Mathew Lucy, de la Universidad de Missouri en Estados Unidos, explicó en su disertación (“El equilibrio total”) los excesos de glucosa generan problemas de fertilidad en las vacas lecheras de alta producción, lo que puede obedecer a una diabetes o bien debido a que el organismo puede estar haciendo un mal aprovechamiento y no libera el azúcar con regularidad.